Written by 17:50 Clínica Psicoanalítica

Pequeñas reflexiones a raíz de la pandemia

La respuesta en relación al “savoir-y-faire” es la de cada uno, uno, uno… Cada uno deberá encontrar su modo de sacar provecho de esta situación para salir de algunas inercias con los “settings” de la clínica -por ejemplo-; y como enjambre, quizás podamos encontrar también otras maneras de transmitir (nos) el psicoanálisis

[Escrito por Ramon Miralpeix durante el confinamiento]

1.- Repetimos hasta la saciedad “no hay relación”, y nuestra vida transcurre en la tarea de hacer que la haya… claro, no toda, ilusoriamente, por espacio de un tiempito… . Esto hace que en estos tiempos de confinamiento, quien más quien menos encuentre más allá de los medios “ordinarios” – en los que el peso del cuerpo se mide en abrazos, besos, o en el estrechar la mano – otros medios “extraordinarios”, aun – sabemos que los discursos pueden convertir rápidamente lo extraordinario en lo más normal del mundo. Por ejemplo, la gente sale cada noche a las ocho a aplaudir, los sanitarios lo merecen (no solo ellos), pero es además la condición para un grito que quiere hacerse escuchar: “no estoy solo!”, que quiere desmentir “estoy solo”. O, de golpe, muchos sabemos qué es skype, zoom, hangouts … y los usamos para hacernos presentes sin cuerpo, o con otra dimensión del cuerpo. Veremos cómo incidirá esta normalización de lo virtual en la relación cuando por fin podamos poner en juego los cuerpos!

2.- A veces uno no sabe muy bien si el dolor o el miedo que le suenan en él son propios, o son los del otro que resuenan simpáticamente en uno. La enfermedad nos acerca a la fragilidad del cuerpo, a la del sujeto y por ende a la muerte, es decir a la soledad-sola. Eso es lo real del virus, más que el virus en sí.  El virus real no es tanto el Covid-19 como sentirnos en el baile de disfraces ante la Amantis sin saber si nuestro disfraz será el de su partenaire y nos tragará.  Cada cual experimenta en sí lo que le suena o resuena según él mismo (?) y los medios de que dispone: sus identificaciones, su fantasma, su sinthome…, de modo que, aunque las estrategias generales las “ordena” quien manda, cada uno busca sus otros mediante los que aplacar la soledad-sola; de hecho, quizás nos encontremos con una paradoja:

a más confinamiento, más palabras.

3.- Hay quien piensa que lo que estamos viviendo con el coronavirus marcará a nivel social un antes y un después. Pero la partida que antes se jugaba entre la libertad y la igualdad, ahora se juega entre la libertad y la seguridad, y vemos como quien manda, en nombre de nuestra seguridad y nuestro bien -nuestra salud-, va menguando nuestra libertad: ¿nos encontraremos después en un paradigma en el cual estar controlados, por nuestra salud o por el bien de todos, sea lo “normal”? (me refiero a estar más controlado de lo que ya estamos a través de las cámaras de tráfico, nuestro teléfono, nuestras tarjetas de crédito, Google o nuestros canales de consumo -Netflix o Amazon). Quizás lo que cambiará durante un tiempo, será la relación del cuerpo de los muchos con las plusvalías de los pocos, pero esos pocos probablemente encontrarán la manera de alcanzar la plusvalía de otra forma para llegar a unos pocos más ricos y a otros muchos más pobres. Quizás veamos una transformación del capitalismo en el que el control sobre las personas por su bien, individual y social, haga desaparecer aquello en lo que se sostenía: la libertad; igualmente veamos -como ya vemos- la transformación del comunismo (China) en una potencia en el mercado internacional –vaya paradoja inesperada!!–, surgida de la aparición de una clase dominante, que más allá del partido, se rige por el dinero y la producción de excedentes.

4.- Y bien, como analistas, ¿qué hacer?, ¿qué savoir-y-faire puede colocarnos en una posición que no sea la de estar a expensas de lo que ocurre? Con “lo que ocurre”, me refiero a cosas tan dispares como por ejemplo a la dificultad-imposibilidad de la atención presencial de los pacientes o analizantes; o, en el manejo institucional de la crisis,  al deslizamiento de la salud a la seguridad, como una imagen que irrumpió de golpe en las conferencias de prensa del gobierno: las fuerzas de seguridad desplazando a las de salud a un lugar de par de las primeras!

La respuesta en relación al “savoir-y-faire” es la de cada uno, uno, uno… Cada uno deberá encontrar su modo de sacar provecho de esta situación para salir de algunas inercias con los “settings” de la clínica -por ejemplo-; y como enjambre, quizás podamos encontrar también otras maneras de transmitir (nos) el psicoanálisis: servirse de la técnica a condición de saber que eso va por detrás de la estrategia y de la política. Aquí, las apuestas de algunos colegas para escuchar las voces de los que van quedando al margen, las podemos encuadrar como formas de expresión de su savoir-y-faire. Así, quizás un lugar más  para el psicoanálisis se esté haciendo.

Ramon Miralpeix Jubany 07-04-2020

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Etiquetas: , , Last modified: 8 de octubre de 2020
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